Soy una actriz que encuentra su lado más honesto y vulnerable en la escena. Allí, la relación conmigo misma y con el otro está en su lugar más vivo, habitando un verdadero “aquí y ahora”. 

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Este presente es mi motor como actriz, por esto, la improvisación es aquella técnica que enraíza mis conocimientos actorales y los expande a una consciencia constante de acción-reacción en la escena. Me interesa habitar la emoción desde su estado más honesto, partiendo del cómo estoy a cómo el otro me transforma. Abarco los guiones desde un estado vulnerable donde la intención se ve transformada constantemente por el cómo recibo lo que me da el otro.  

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Creo personajes a partir de las acciones físicas, donde éstas conducen a una emoción, siendo muy enfática en el gesto psicológico de cada personaje. El trabajo corporal agranda mis posibilidades y herramientas en la creación como actriz. 

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Mi espacio seguro está detrás de una cámara y encima de las tablas, donde puedo explotar esa necesidad de vivir con y para el otro. Aquí, cobra sentido esa vitalidad, vulnerabilidad y adrenalina que me genera el actuar. Soy una actriz versátil, capaz de reencarnar mil vidas sin perder su esencia en el camino, con la capacidad de transmitir y generar algo en el otro.